El dinero mueve al mundo y actualmente, se vive, se elige y se gasta en términos publicitarios.
Pretendiendo cautivar nuestra atención nos bombardean con nuevos productos con más y mejores cualidades. En cualquier espacio que antes permanecía vacío ahora hay una publicidad, no es importante el medio por el cual llegue a nosotros, lo que importa es captar nuestra atención.
Muchas veces se eligen deportistas para la mayoría de las campañas publicitarias, ¿será por que siempre necesitamos adorar a alguien? Es bastante probable, y los iconos del deporte suelen ser los ídolos más populares.
Los publicistas estudian las estrategias adecuadas para llegar a las ilusiones y fantasías de las personas, asegurándoles la satisfacción plena; y nosotros focalizando nuestro objetivo muchas veces en parecernos a personas que no vamos a ser nunca, o creyéndonos que por comprar tal o cual producto que alguno de mis ídolos viste o usa, voy a parecerme más a el o ella, nos olvidamos de lo realmente importante…
Hay que aprender a ver más allá y darnos cuenta que quienes venden los productos son empresarios, no dioses salvadores, y que en su mayoría no poseen como meta la difusión del deporte, sino de sus propios intereses.
Una gran mayoría de estas artimañas publicitarias se caracterizan por unir naturalidad y fantasía, para despertar así diversidad de impulsos, emociones y deseos. De este modo, los promotores publicitarios de artículos deportivos logran incrementar su consumo a través de estas vías publicitarias asociadas a valores como: vida, salud, seguridad, libertad, belleza, amistad, alegría, felicidad, ilusión, competitividad, estima social, éxito y autorrealización. Abriendo un poco los ojos nos damos cuenta que no necesitamos de ningún producto para poder lograr esas cosas, de hecho, ninguno de los deportistas que actualmente protagoniza las publicidades comenzó teniendo dinero en abundancia y gastándolo en productos caros, por el contrario, la mayoría de ellos creció en barrios humildes de sectores humildes… tomando como modelos de vida, más que a avisos publicitarios, a figuras que realmente amaban lo que hacían.
Por eso debemos aprender a ver más en profundidad, el entender los mensajes publicitarios sobre deporte, facilita el comportamiento racional, reflexivo y crítico de los ciudadanos ante la sociedad de consumo, pero necesitamos también del compromiso de los medios de comunicación para que nos ayuden a conocer, analizar, reflexionar y actuar ante estos discursos, adoptando a la vez actitudes de responsabilidad hacia hábitos saludables, ¿Una utopía quizás? o tal vez nos damos cuenta, que mirándolo realmente, hay cosas que si son imposibles.
0 comentarios:
Publicar un comentario